Cuando estaba por terminar la universidad, próximo a graduarme como zootecnista, se me presentó la oportunidad de trabajar ejerciendo mi profesión, en lo que aquí en Colombia se conoce como UMATA (Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria). Estaba muy contento con la oportunidad, que para un recién desempacado de la U, como yo, significaba mucho. La persona que hizo el contacto para que esto fuera posible, hablando de todo un poco sobre las características del trabajo, me hizo una pregunta clave: - ¿Sabe manejar moto?. Yo no conté con la oportunidad de tener un padre "fierrero", al que le gusten los carros o las motos. A duras penas mi papá en su juventud, manejó una bicicleta en Medellín, en donde era mensajero, trabajo que dejó porque casi lo mata un Land Rover de los viejos, si, esos de los que tienen un duro chasis. Tenía 24 años y no sabía manejar moto. Claro, para un trabajo en donde hay que desplazarse por el campo y con la topografía de los Andes colombianos, la moto se convertía en el vehículo mas versátil para recorrer estos territorios. Así que me puse en la tarea de aprender.
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| Mi primera moto |
Inicialmente me desplazaba en la moto de la oficina, una Suzuki TS 125, dos tiempos, durante casi dos años. Luego compré mi primera moto, pero siempre pensando en que era un vehículo netamente utilitario. Una Honda XLR 125, con diez años de uso, con la que seguí desde otro trabajo, visitando fincas ganaderas. La moto me llevaba de un punto "A" a un punto"B", pero algo pasó cuando descubrí que disfrutaba hacerlo.
Con mi novia salía de vez en cuando en la moto a algún lugar cercano, a almorzar o a comer algo. Algún día un amigo, Luis Alberto Franco, nos invitó a la casa de sus padres en un pueblo llamado Pácora, a 142 km de mi casa. Ese sería el primer "viaje largo" hasta ese momento. Recuerdo que llegué muerto del cansancio, deseando quedarme a vivir allí, de solo pensar en lo que sería el regreso. Sin embargo, al final quedó una sensación de satisfacción y ganas de repetir.
Después de varios años, compré una Honda Bros 125, era una moto un poco mas cómoda y un poco menos usada, matriculada en Andalucía, Valle de Cauca. Iba por las rectas de Valle, hacia el sur, con el fin de hacer los documentos del traspaso. El clima era inmejorable, iba feliz y por mi mente pasó por primera vez, la idea de lo que sería seguir hacia Cali, Popayán, Pasto, Ecuador y hasta donde me llevara la carretera. Esas ansias de viajar lejos, las tenía que contener viajando cerca. Medellín, Suroeste antioqueño, Valle del Cauca, Eje Cafetero, eran los destinos en ese entonces.
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| Viajando con la Bros por el suroeste antioqueño |
Soy aficionado a los mapas, no se si hubiera llegado a ser cartógrafo o algo así, pero si me gusta ubicarme espacialmete, visualizando los accidentes geográficos que delimitan un territorio, muchas veces logrando ver fragmentos de mapas a escala real.
Observando un viejo mapa de suramérica, fantaseaba con la idea de recorrerlo en moto, trazaba rutas sin saber siquiera si habían carreteras o no, motivado un poco por una serie de la BBC llamada Long Way Round, en donde Charley Boorman y el reconocido actor de cine, Ewan McGregor, viajaban en moto desde Londres hasta NuevaYork, cruzando Europa y toda Asia, sorteando cantidad de situaciones y maravillándose con toda las cosas que el viaje iba dejando. Yo no tenía ni los recursos para comprarme una BMW, y menos, para hacer un viaje transcontinental. Pero tenía una ventaja: ganas y un continente a mis pies. Pensé en buscar patrocinios y que si lograba mi propósito, sería un pionero. Ja, mas equivocado no podía estar.
Long Way Round Intro
Era marzo de 2013. Estaba revisando mi facebook, cuando veo una foto que me llamó la atención en la página de Honda Argentina, a propósito del día de la mujer y por supuesto, propaganda: Era de una chica que estaba viajando desde Argentina hasta México en una Honda Biz. Si, era Belén Aimé Aspiroz, la misma que no contenta con llegar a México, continuó hasta Alaska. En la misma publicación compartían su página, así que la revisé con mucho interés y descubrí por primera vez, que lo que soñaba era posible.
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| Belén y la foto de la inspiración |
A través de Belén, empecé a descubrir una cantidad de gente que viajaba en moto, entre ellos a Jorge Osorio, conocido como "Travesías Jorge-Milú", un caleño que para ese entonces, mayo de 2013, estaba en Buenos Aires con rumbo a Ushuaia. Me interesó mucho por tratarse de un colombiano, así que lo contacté. Rápidamente respondió a mi mensaje, en donde le felicitaba y le refería mi deseo de hacer ese hermoso viaje. A lo que me hizo quizás,la pregunta mas determinante de todas : -¿Cuándo?.
Con esa pregunta me obligó a hacer cuentas. Tenía otras prioridades, sin embargo hice un cronograma mental en donde consideraba ahorrar para comprar otra moto y para financiarme el viaje. La respuesta era: agosto de 2015; y sobre esa fecha inició el proyecto.
Empecé a documentarme, a seguir virtualmente a otros viajeros, a familiarizarme con el mapa. Tuve la oportunidad de conocer a Belén durante su paso por Colombia, así como meses después a Javier Gregorini quien viajó desde Argentina hasta Alaska (ida y vuelta). También tuve la oportunidad de entrevistarme con Jorge Osorio, quien me dio algunos consejos sobre el viaje. Igualmente con Juan Esteban Sarmiento "Chilo", piloto Dakar de la ciudad de Pereira, que me recomendó hacer muchos kilómetros sobre la moto, para adaptar el cuerpo. A través de mi amigo Gustavo, de Bogotá, con quien comparto el gusto de viajar en moto, conocí a Pablo García, un argentino que en ese momento llevaba unos quince años recorriendo el mundo en bicicleta. Todos los días era un aprendizaje y cada vez mas se acumulaba la motivación.
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| Con Belén, cerca de Pereira. |
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| Con Javier Gregorini en Sta Rosa de Cabal |
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| Con Gustavo, amigo de Bogotá amante de viajar en moto |
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| Con Pablo García, durante su charla en Armenia |
Compré la moto, una Honda Tornado 250, modelo 2007 y mientras recorría el departamento de Risaralda por cuestiones de trabajo (entre 800 y 1000 km/ semana), ahorraba y entrenaba mi cuerpo para lo que sería el gran viaje. Finalmente decidí, que la fecha no sería agosto, sino diciembre de 2015 y así fue como este proyecto no tuvo reversa.







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